El 89% de los chilenos está con burnout, y eso te incluye a ti

Descubre cómo te puedo ayudar a recuperar tu bienestar emocional, físico y mental con un enfoque humano y práctico que va más allá del simple descanso.

 
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El burnout en Chile no es un problema individual, es una crisis colectiva.

Según el Estudio Burnout 2024 de Laborum, el 89% de los trabajadores chilenos afirman sentirse "quemados", mientras que el 92% de las organizaciones reconocen que sus equipos están afectados por el agotamiento emocional, físico y mental​ 

¿Reconoces alguno de estos síntomas?

  • ¿Tu cuerpo te manda señales de alerta, como dolores de cabeza, tensión constante o problemas digestivos?
  • ¿Te levantas cansad@ aunque hayas dormido toda la noche?
  • ¿Sientes que nada de lo que haces tiene sentido o propósito?
  • ¿Te irritas fácilmente, te cuesta concentrarte y has perdido la pasión por lo que haces?

Qué hacer y qué no hacer cuando estás con burnout.

Qué hacer

  • Descansa estratégicamente, no todo el tiempo: Dedica períodos cortos y planificados al descanso profundo en lugar de intentar descansar todo el día. Incluso una pausa breve pero consciente puede revitalizarte más de lo que piensas.

  • Establece microobjetivos: Intenta realizar tareas muy pequeñas, como regar una planta o preparar una comida sencilla. Esto puede ayudarte a recuperar el sentido de logro y avanzar poco a poco.

  • Habla con alguien que no te "arregle": Busca apoyo de personas que simplemente te escuchen, sin intentar darte soluciones inmediatas. El espacio para procesar emociones es clave.

  • Haz lo opuesto a lo que tu cuerpo quiere a veces: Aunque sientas el impulso de aislarte por completo, intenta exponerte a entornos suaves, como caminar en la naturaleza o estar con alguien que te genere calma.

  • Practica una pausa activa: En lugar de desplomarte en el sofá, opta por actividades ligeras como yoga suave, estiramientos o incluso colorear mandalas para descansar activamente.

 

 

Qué NO hacer

  • No intentes 'solucionarlo' de inmediato: El burnout no se resuelve con un cambio rápido o una solución mágica. Reconoce que es un proceso y que necesita tiempo.

  • Evita demonizar el trabajo: No tomes decisiones drásticas como renunciar en el momento más bajo. Es mejor reflexionar con claridad antes de actuar.

  • No ignores tu cuerpo: Fingir que no necesitas descanso o cuidado físico puede agravar la situación. Si sientes agotamiento, respétalo y prioriza tu bienestar.

  • No confíes únicamente en distracciones: Ver series interminables o desplazarte por redes sociales puede sentirse como un alivio momentáneo, pero a largo plazo perpetúa la desconexión contigo mismo.

  • No rechaces ayuda profesional: Creer que puedes salir del burnout sin apoyo externo puede prolongar el sufrimiento. Un terapeuta o coach especializado puede marcar la diferencia.

  • No te postergues más. Sigue leyendo y evalúa seriamente tomar una sesión 1:1, conmigo o con quien te parezca mejor. ¡Pero no dejes de hacerlo! 

 

 

¿Qué pasa si no haces nada?

Tu cuerpo pasa la cuenta

  • Problemas cardiovasculares: El estrés prolongado asociado al burnout incrementa el riesgo de padecer enfermedades cardíacas.

  • Trastornos del sueño: Dificultades para conciliar el sueño o mantener un sueño reparador, lo que agrava el cansancio y afecta la salud general. 

  • Dolores de cabeza y trastornos digestivos: Síntomas físicos como cefaleas frecuentes y problemas gastrointestinales son comunes en personas con burnout.

Tu mente colapsa

  • Depresión y ansiedad: El burnout puede derivar en trastornos del estado de ánimo, como depresión y ansiedad, afectando la calidad de vida y el bienestar emocional.  

  • Irritabilidad y desesperanza: Sentimientos de frustración, irritabilidad y una visión pesimista sobre el futuro son frecuentes en quienes padecen este síndrome.

 

Productividad cero

  • Pérdida de sentido y propósito en el trabajo: El trabajo deja de ser una fuente de realización personal y aparece una sensación de vacío y falta de propósito.
  • Bloqueo creativo y mental: Disminuye la capacidad para resolver problemas y las tareas cotidianas se vuelven abrumadoras e imposibles de completar.
  • Fatiga crónica: Un agotamiento físico y mental constante que no mejora con el descanso, generando una sensación de desgaste permanente.
  • Mayor susceptibilidad a errores: Aumenta la cantidad de errores, disminuye la concentración y surge una autocrítica paralizante.
  • Deterioro de la autoestima profesional: Se pierde la confianza en las capacidades y aparece un fuerte síndrome del impostor.
  • Desmotivación profunda: Las metas y logros pierden sentido, y la persona deja de sentir entusiasmo por su trabajo.
  • Mayor irritabilidad y conflictos interpersonales: Surgen tensiones constantes con colegas, jefes o clientes debido a la falta de paciencia y tolerancia.
  • Aislamiento dentro del equipo: Se evita la interacción social y la colaboración, creando una barrera emocional con el entorno laboral.
  • Intención de abandono del trabajo: Aumenta el deseo de renunciar sin un plan alternativo, acompañado de una sensación de estar atrapado.
  • Mayor vulnerabilidad ante el abuso laboral: La persona tolera cargas de trabajo excesivas o situaciones de abuso por falta de energía para establecer límites.

Dañas a los que más quieres (y los puedes perder)

 

  • Distanciamiento emocional con la pareja: La falta de energía y el agotamiento emocional llevan a una desconexión afectiva, disminuyendo la intimidad y el tiempo de calidad juntos.
  • Irritabilidad constante con los hijos: El agotamiento genera una baja tolerancia a las demandas emocionales de los hijos, provocando respuestas bruscas o impacientes.
  • Pérdida de conexión con los amigos: La fatiga crónica y el aislamiento voluntario reducen el contacto social, haciendo que las amistades se enfríen con el tiempo.
  • Falta de interés en la vida social: El cansancio extremo disminuye la motivación para participar en actividades recreativas o sociales, generando un aislamiento progresivo.
  • Aumento de los conflictos familiares: La irritabilidad y la sensación de estar al límite aumentan las discusiones y los malentendidos con la familia cercana.
  • Sentimiento de incomprensión: La persona siente que nadie entiende lo que está viviendo, lo que refuerza su aislamiento emocional y su frustración.
  • Ausencia emocional en momentos importantes: A pesar de estar físicamente presente, la mente está agotada y distante, generando una desconexión con momentos significativos.
  • Pérdida de la paciencia: Las pequeñas situaciones cotidianas se vuelven insoportables, lo que aumenta los roces y las tensiones con seres queridos.
  • Culpabilidad constante: La persona siente culpa por no poder estar emocionalmente disponible para sus seres queridos, lo que refuerza su sensación de fracaso.
  • Ruptura de vínculos importantes: Si no se aborda a tiempo, el aislamiento emocional puede llevar a rupturas definitivas con amigos, pareja o familiares cercanos.

 

¿Por qué trabajar conmigo?

Soy José Antonio Cousiño, psicólogo UC, MSc en Psicología Positiva Aplicada de la Univeristy of East London, Inglaterra, coach y guía en procesos de transformación personal y profesional. Soy además instructor de mindfulness, medito desde los 18 años, y soy consultor en temas de liderazgo y desarollo organizacional. 

Durante más de 20 años, he acompañado a líderes, profesionales y personas comprometidas con su crecimiento a salir del agotamiento emocional y reconectar con su propósito.

No ofrezco recetas mágicas, pero sí herramientas prácticas y un acompañamiento humano que funciona.

Porque lo he vivido, y sé lo que se siente estar ahí.

Cómo son mis sesiones 1:1 online

Herramientas concretas para reducir el estrés y recuperar tu energía.

Vamos a hacer cosas. Ejercicios que me funcionan a mí y a mis clientes.

Procesos personalizados que se adaptan a tu ritmo y necesidades.

Paso a paso, la urgencia la pones tú. Creamos juntos una estrategia que te se ajuste realmente a tu estilo y tus posibilidades de tiempo.

 

Enfoque basado en psicología profunda y espiritualidad práctica.

Con "espiritualidad" me refiero a lo más importante para tí, lo que toca tu corazón en lo más hondo. Y es práctico, porque se trata de hacer que las cosas cambien.

Un espacio seguro para explorar, reflexionar y sanar.

Ni te imaginas las barbaridades que hecho en mi vida, ni lo hondo que he tocado fondo. Nada me sorprende. Sé lo que es estar ahí.

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